Jazz y Ballet comparten parte de su vocabulario, además de tener el suyo propio.
Ejercicios de estiramientos, resistencia, trabajo de técnica, saltos, giros, desplazamientos, coordinación y una variación coreográfica forman los ingredientes de una clase de Jazz; el resto, lo añade la creatividad del profesor y el entusiasmo del alumno, creando un ambiente de "escenario", y consiguiendo que cada clase sea una "actuación". Jazz Lírico, Musical, Moder-Jazz, Street-Jazz...; el abanico de estilos tan amplio hace que sea una danza rica, tanto musical como histórica. Desenfadado, extrovertido, el Jazz es energía en movimiento, desarrolla la musicalidad y nos ayuda a conocer esa parte "teatral" que todos tenemos.
Al fin y al cabo, ¿a quién no le gusta bailar y que le aplaudan, aunque sea en clase?
Por algo se empieza.
HIP-HOP
Su cultura se remonta a 1975 en las calles del Bronx las cuales estaban pobladas en su mayoría por afroamericanos, latinos, inmigrantes irlandeses, italianos y judíos que buscaban de alguna forma sobrevivir a sus propias tragedias, a los rechazos y maltratos de la sociedad norteamericana.
De sus ganas de expresarse, dar a conocer sus aspiraciones, frustraciones y planteamientos políticos, es que nace el Hip-Hop de manos del DJ y productor Afrika Bambataa.
Para la década de los ochenta el Hip-Hop comenzó a tener identidad.
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Con los adelantos tecnológicos de la época comienzan a surgir nuevas técnicas como es el caso de lo que en nuestros días se conoce como el "scratch" (efecto similar a un disco rayado, que se logra con un movimiento manual que hace que el vinilo gire sobre la pletina).
En el Hip-Hop y el funk se mezclan pasos del jazz, el break dance, los ritmos afro o la danza contemporánea. Los movimientos, muy coreografiados e intensos, son cortantes y expresivos, y se emplean sobre todo los brazos y el tronco.
El hip hop es un auténtico estilo de vida que abarca música, baile, estética y actitud reivindicativa.